¡FELIZ DÍA MAESTRAS/OS, PROFESORAS/ES!

Hoy 11 de septiembre y en la proximidad del 17 de septiembre

¡FELIZ DÍA MAESTRAS/OS, PROFESORAS/ES!

Y elegimos celebrarlo con palabras, con preguntas y una invitación…

Precisamente, partiendo de la premisa de que no hay nada definido de antemano, y lo desconocido es lo por escribir, nos surge la pregunta acerca de ¿cómo se escribe una vida docente? ¿cómo escribo mi vida docente?

Y lo hacemos sobre estas ideas:

Escribir implicaría un detenimiento, una interrupción, un “aullar sin ruidos” en el que todo a mi alrededor escribe-enuncia-afectiva acerca de la tensión que siento entre la inquietud por conservar el valor de lo tradicional y el deseo de transformar, de tomar riesgos.

Escribir como mediación, como expresiones de diferentes escrituras en el que los afectos, los pensamientos de cada uno puedan ser abiertos a la discusión, a la interrogación.

Escribir pensamientos sobre aquello que escuchamos, leemos y experimentamos, sobre los “cortes” y los entrecruzamientos con otros.

De esta forma escribimos nuestras vidas y habilitamos a los otros a hacer lo propio.

Entonces, ¿Acaso no es esto ser maestro/a, profesor/a? ¿hacer docencia?

Por eso, por un lado, les invitamos indefinidamente a movilizar el deseo de vivir, de enseñar la complicidad entre los saberes y la vida, de aprender en uno y con los otros…

Y, por otro lado, desde esa cierta soledad en la que escribe uno como docente, invitarlos a compartir un necesario buen humor, mucha curiosidad, pero sobre todo una inconmensurable ternura hacia los estudiantes, cuyas vidas tal vez no logren habilitar estas preguntas existenciales, ni tampoco permitan movilizar esa complicidad entre los saberes y sus existencias…

Porque ser docente tiene que ver con esa hospitalidad necesaria que le brindamos diariamente a los otros.

Equipo Directivo.

*Representación gráfica realizada por estudiantes de 1° y 2° grado «A», junto a sus docentes y residentes.

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